Noviembre 2024 No 4

Influenza:
La vacunación como la mejor defensa

La llegada de la temporada de influenza, que suele extenderse de octubre a mayo, genera mayor preocupación por proteger a los más vulnerables: los bebés y niños menores de 5 años. En México, la vacunación contra la influenza es clave para prevenir complicaciones graves y cuidar la salud de los pequeños.

La vacuna disponible en el país es la tetravalente inactivada, diseñada para proteger contra dos cepas del virus tipo A y dos del tipo B. Se aplica por vía intramuscular y está recomendada para personas desde los 6 meses de edad en adelante. Para los niños de entre 6 meses y 8 años que nunca han recibido la vacuna, se requieren dos dosis con un intervalo de cuatro semanas. Posteriormente, una dosis anual es suficiente para mantener la inmunidad.

Importancia de la vacunación

La influenza no es un simple resfriado; puede causar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con sistemas inmunes debilitados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad provoca hasta 5 millones de casos graves al año en todo el mundo.

Vacunarse es una forma efectiva de prevenirla. La vacuna tiene una eficacia promedio del 60%, aunque puede variar dependiendo de las cepas que circulen en cada temporada. Además de proteger a quienes se vacunan, ayuda a reducir la propagación del virus, lo que es muy importante en lugares como hogares, guarderías y escuelas.

¿Dónde se aplica la vacuna?

En México, la vacuna contra la influenza es gratuita y se encuentra disponible en centros de salud y hospitales públicos. Está dirigida principalmente a menores de 5 años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Para menores de 18 meses, se aplica en el muslo izquierdo; a partir de los 18 meses, en el brazo izquierdo.

Reacciones y precauciones

La vacuna es segura y no causa influenza. En algunos casos, puede provocar reacciones leves, como enrojecimiento o dolor en el lugar de la aplicación, así como un poco de incomodidad en los bebés.

Sin embargo, no se recomienda para menores de 6 meses, personas alérgicas al huevo o aquellos que tengan fiebre alta al momento de la vacunación.

¿Cómo prevenir la influenza?

Además de la vacunación, es fundamental adoptar medidas para prevenir el contagio del virus. Aquí algunas recomendaciones:

  • Mantén una buena higiene. Lavado frecuente de manos para los pequeños y quienes los cuidan. Usa utensilios exclusivos, como vasos, platos y cubiertos. Evita compartirlos.
  • Limpia juguetes y superficies. Asegúrate de desinfectar regularmente los objetos que los niños utilizan a diario.
  • Usa cubrebocas. Esto es especialmente importante si algún miembro de la familia presenta síntomas. Úsalo tanto en casa como fuera de ella.
  • Fomenta hábitos saludables. Una dieta balanceada, ejercicio regular, un buen descanso y la reducción del estrés ayudan a fortalecer el sistema inmune y prevenir enfermedades.

Actuar rápido en caso de síntomas

Si tu pequeño presenta síntomas de influenza, es importante actuar de inmediato. El tratamiento debe iniciarse en las primeras 48 horas para disminuir el riesgo de complicaciones graves.

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Métodos para aliviar los cólicos del lactante

Los cólicos del lactante son una de las mayores preocupaciones de los padres. A continuación, te presentamos tres métodos efectivos para aliviarlos.

El método Rubio, basado en técnicas de osteopatía visceral, relaja y da elasticidad al tejido intestinal del bebé, facilitando la expulsión de gases, una de las principales causas de los cólicos. Es ideal para bebés con inmadurez digestiva o posibles intolerancias alimentarias.

El probiótico Bifidobacterium, BB-12®, tomado en dosis adecuadas, equilibra la microbiota intestinal, reduce la disbiosis y previene alergias alimentarias en el futuro. Además, fortalece el sistema digestivo del bebé y ayuda a evitar los cólicos.

El ruido blanco, que neutraliza los ruidos del entorno, genera un ambiente de calma y ayuda al bebé a relajarse. Combinado con el balanceo o porteo, facilita la salida de aire y alivia el malestar.

Consulta siempre a tu pediatra para elegir el mejor enfoque y mejorar el bienestar de tu bebé.

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¡Mamás, recibir apoyo es esencial y está bien!

Compartir el cuidado del bebé es clave para su bienestar y el de sus pequeños.¿Sientes que a veces la carga es abrumadora? ¿Te preocupa cómo cuidar de ti misma mientras cuidas a tu pequeño? Es totalmente comprensible. Una reciente investigación revela que casi la mitad de las mamás en México se sienten así. Y la abrumadora mayoría coincide en que, si su bienestar se ve afectado, también lo hará su capacidad para cuidar a su bebé.

Mamás bajo presión: una realidad que nos exige actuar. En la última década, las expectativas sociales sobre las mamás han aumentado, generando más ansiedad y estrés. Muchas sacrifican su salud y bienestar personal para cuidar a sus hijos, lo cual es insostenible a largo plazo. La falta de sueño es un factor clave: ¡casi 4 de cada 10 mamás pierden 3 horas o más de sueño cada noche! Esto aumenta la presión y dificulta aún más el cuidado personal.
Pidiendo ayuda: un acto de amor propio y hacia el bebé. Las mamás desean que sus parejas y familiares las apoyen en el cuidado del bebé. Sin embargo, muchas veces la sociedad se muestra renuente a intervenir, por temor a no hacerlo "correctamente". ¡Es hora de cambiar esta mentalidad! Necesitar y pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza y amor propio. Compartir el cuidado del bebé permite a las mamás descansar, recargar energías y cuidar de sí mismas, lo cual beneficia directamente a sus pequeños.

Soluciones para compartir el cuidado con confianza

Philips entiende esta realidad y ofrece soluciones adaptables e intuitivas para que las mamás y sus redes de apoyo compartan el cuidado del bebé con confianza y seguridad. Monitores inteligentes, extractores de leche y biberones facilitan esta tarea, especialmente en los primeros meses y años de vida.

Un llamado a la acción: ¡compartamos el cuidado!

Es fundamental que la sociedad apoye más a las mamás. Debemos romper con la idea de que deben ser “mamás” todo el tiempo y fomentar una cultura de corresponsabilidad en el cuidado de los hijos.

¿Cómo podemos ayudar?

• Comienza la conversación: pregunta a las mamás de tu entorno si necesitan ayuda.

• Ofrece apoyo concreto: cuida al bebé por unas horas, ayuda con las tareas del hogar, prepara un biberón, etc.

• Fomenta la corresponsabilidad: habla con tu pareja, familia y amigos sobre la importancia de compartir el cuidado del bebé.

¡Juntos podemos marcar la diferencia! Compartir el cuidado del bebé es un acto de amor y apoyo hacia las mamás, y una inversión en el bienestar de toda la familia.

Alimentos que debes evitar durante el embarazo

La alimentación durante el embarazo es clave para asegurar el desarrollo saludable del bebé y el bienestar de la madre. Según el Programa de Nutrición Integral para el Cuidado Materno-Infantil (PNIc), existen alimentos que es importante evitar o consumir con moderación para prevenir complicaciones y promover la salud a largo plazo del bebé.

A continuación, te compartimos más información.

Limitar la ingesta de harinas y azúcares

Reducir el consumo de harinas refinadas y azúcares es esencial durante el embarazo. Aunque son fuentes de carbohidratos y energía, estos alimentos carecen de los nutrientes esenciales que sí aportan las frutas y verduras. Estas últimas, al ser ricas en fibra, vitaminas y otros componentes beneficiosos, son opciones mucho más saludables.

Evitar los azúcares y harinas refinadas también ayuda a prevenir la diabetes gestacional, una condición que puede afectar tanto a la madre como al desarrollo del bebé. Si no se controla, este tipo de diabetes puede impactar también la salud metabólica del niño, predisponiédolo a problemas como obesidad y resistencia a la insulina en el futuro.

Moderar el consumo de lácteos

Aunque los lácteos son una fuente conocida de calcio, no todos ofrecen los mismos beneficios. Se recomienda optar por productos fermentados, como yogur y kéfir, especialmente aquellos elaborados con leche de animales de pastoreo y de origen ecológico. Estos alimentos no solo aportan nutrientes esenciales, sino que también favorecen una microbiota intestinal saludable.

Por otro lado, es importante consumir con moderación los lácteos convencionales, ya que contienen una carga hormonal que, en algunos casos, podría ser contraproducente para la madre y el bebé. Elegir alimentos de calidad es fundamental para minimizar riesgos innecesarios.

Personaliza las recomendaciones

Es importante recordar que cada embarazo es único. Las recomendaciones deben adaptarse a las necesidades específicas de cada mamá y su bebé. Por eso, es fundamental consultar a un profesional de salud actualizado, que podrá guiarte en la elección de los alimentos más adecuados para cada etapa del embarazo.

Más allá de una dieta

La alimentación durante el embarazo no solo busca controlar el aumento de peso o evitar toxinas. Es una oportunidad única para establecer las bases de la salud futura del bebé. Consumir alimentos de alta calidad, equilibrar los nutrientes y adoptar hábitos saludables no solo mejorará el bienestar inmediato, sino que también tendrá un impacto positivo en la vida del niño a largo plazo.

¡Recuerda! La salud del bebé comienza mucho antes de su nacimiento y cada decisión cuenta. Optar por una dieta balanceada y bien asesorada es uno de los regalos más valiosos que puedes ofrecerle.

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La guía definitiva para cuidar la piel de tu bebé para toda la familia en temporada de frío

El frío puede ser un gran desafío para la piel delicada de los bebés. Las bajas temperaturas, el viento y el uso constante de calefacción en los hogares tienden a resecar y agrietar la piel, por lo que requiere cuidados especiales. Durante la temporada de frío es esencial prestar atención a los cambios en la piel del bebé y adaptarse a una rutina más cuidadosa para mantenerla suave y saludable.

Los baños largos y con agua caliente, aunque parecen reconfortantes, pueden dañar la piel de tu bebé eliminando los aceites naturales que la protegen. Es recomendable optar por baños cortos que duren entre 5 y 10 minutos y con agua tibia, utilizando jabones suaves diseñados específicamente para bebés. Al salir del baño, seca suavemente su piel sin frotar demasiado. Cuando salgas a la calle, es importante proteger la piel del bebé de los elementos externos. Viste a tu bebé con ropa adecuada, como guantes, gorros y bufandas de materiales suaves y que permitan la transpiración, como el algodón. Este tipo de tela evita que la piel se irrite o se sobrecaliente. No utilices materiales que puedan irritar su piel como la lana o las fibras sintéticas.

Dentro de casa, el uso de la calefacción puede disminuir la humedad del aire, lo que puede resecar la piel de tu bebé. Para evitarlo, utiliza un humidificador en su habitación y asegúrate de mantener un nivel de humedad ideal, entre el 40% y el 60%. Esto no solo beneficia la piel del bebé, sino también sus vías respiratorias, ayudando a evitar problemas de sequedad nasal o irritación.

La ingesta de líquidos también es fundamental para mantener la piel del bebé hidratada desde el interior. Si tu bebé ya consume agua, asegúrate de que beba lo suficiente. Si está en etapa de lactancia, puedes ofrecerle más tomas para ayudar a su hidratación.

La hidratación es clave para proteger la piel delicada de tu bebé, ya que el frío tiende a resecar áreas como las mejillas, las manos, los labios y la nariz que pueden resecarse fácilmente, especialmente si el bebé está congestionado. Aplicar cremas hidratantes y pomadas especiales varias veces al día, sobre todo después del baño, ayuda a mantener la piel suave y protegida. Productos como Aquaphor Pomada reparadora son ideales para reparar y proteger la piel del bebé, asegurando una humectación instantánea y una hidratación duradera, incluso en invierno.

¡Que el cambio de clima no le gane a tu peque! Protégelo con una limpieza nasal adecuada.

Con la llegada del frío, las defensas pueden bajar, haciéndonos más propensos a enfermedades. Si notas que tu peque tiene la nariz tapada, mocos y estornudos, ¡no te preocupes! Aquí tienes algunos consejos para ayudarlo a respirar mejor y mantenerse sano durante el otoño e invierno.

Consejos para protegerlo del cambio de clima:

  1. Abrigo adecuado: Viste a tu peque con varias capas de ropa para mantener el calor corporal. No olvides gorro, guantes y bufanda al salir.
  2. Mantén una buena hidratación: Ofrécele agua natural con frecuencia, incluso si no tiene sed. El aire frío y la calefacción pueden resecar las vías respiratorias.
  3. Dieta saludable: Asegúrate de que consuma frutas y verduras ricas en vitaminas para fortalecer su sistema inmunológico.

La limpieza nasal es clave:

  • Sprays nasales con agua de mar: Los sprays isotónicos ayudan a limpiar la nariz de virus y bacterias, además de hidratar las mucosas. Ahora con las nuevas presentaciones de Stérimar, encontrar el spray nasal correcto será más sencillo. Estos productos son seguros para mayores de 2 años.
  • Enséñale a sonarse: Explícale cómo hacerlo suavemente, tapando una fosa nasal a la vez.

Cuándo consultar al médico:

Si, además de nariz tapada, presenta fiebre, tos persistente o dificultad para respirar, acude con su pediatra de inmediato.

Con estos sencillos cuidados, tu peque podrá disfrutar del otoño e invierno sin problemas por el cambio de clima. 

Video: El reflujo gastroesofágico en el bebé

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5 claves para los primeros pasos de tu bebé

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1. Gateo antes de caminar: Permítele ganar fuerza y confianza primero.

2. Evita las andaderas: Son peligrosas y pueden afectar su desarrollo.

3. Consulta si no se sienta solo: Si no se sienta por sí mismo a los 9 meses, acude al médico.

4. Caminar de lado primero: Anímalo a moverse apoyándose en los muebles.

5. Crea un espacio con obstáculos: Coloca juguetes para que practique.

Los suplementos más
recomendados para la lactancia

La lactancia es una etapa maravillosa pero desafiante, en la que una buena alimentación es clave para la salud de la mamá y el desarrollo del bebé. Aunque los suplementos nutricionales no reemplazan una dieta balanceada, pueden ser aliados importantes para cubrir carencias, mejorar el bienestar y afrontar las exigencias de esta etapa.

Por ejemplo, es común experimentar cansancio extremo o pérdida de cabello tras el parto debido a cambios hormonales. Estas situaciones, aunque normales, pueden empeorar si no estamos bien alimentadas. Aquí te presentamos los suplementos más recomendados para este período:

1. Multivitamínicos

Formulados específicamente para la lactancia, deben incluir hierro, calcio y vitaminas del complejo B para asegurar un aporte adecuado de nutrientes esenciales.

2. Omega 3

Especialmente el DHA, importante para el desarrollo neurológico del bebé. Si tu dieta limita la ingesta de pescado azul, este suplemento es una excelente alternativa.

3. Vitamina D

Fundamental para la salud ósea y el sistema inmunológico del bebé. Los niveles bajos de esta vitamina son cada vez más comunes debido a un estilo de vida con menos exposición al sol.

4. Probióticos

Mejoran la microbiota intestinal de la mamá, lo que puede influir positivamente en la calidad de la leche materna y reducir el riesgo de mastitis.

5. Ácido Fólico

Aunque es más conocido por su importancia durante el embarazo, sigue siendo esencial para el crecimiento y desarrollo del bebé en la lactancia.

6. Zinc

Vital para el sistema inmunológico y la reparación de tejidos. Suele estar incluido en los multivitamínicos diseñados para mamás lactantes.

7. Magnesio

Ayuda a combatir el cansancio físico y mental. Un extra de magnesio puede marcar la diferencia en momentos de agotamiento extremo.

¿Y el calcio?

Si consumes alimentos como frutos secos, brócoli u hortalizas de hoja verde, es posible que ya estés cubriendo tus necesidades de calcio, por lo que no siempre es necesario suplementarlo.

Un consejo final

Los suplementos pueden ser grandes aliados para la mamá y el bebé, pero es importante elegir opciones de alta calidad y consultar con un profesional de la salud antes de incorporarlos a tu rutina. Cada cuerpo es único, y las necesidades de cada mamá-bebé también lo son.

Video: Esterilizar biberones y chupones

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